Así es el cráter del meteorito que acabó con los dinosaurios
Hace unos 66 millones de
años, una gigantesca bola de fuego llegada del espacio impactó en lo que
hoy es la península de Yucatán, en México. Esta roca de 10 a 12 km de diámetro
provocó una explosión 10.000 veces superior a todo el arsenal atómico que existe
en el mundo actual, cambiando el clima de la Tierra durante al menos dos años y
provocando la extinción del 75% de la vida planetaria, incluidos
los dinosaurios. La cicatriz de ese colosal choque es el cráter de Chicxulub,
un agujero de 200 km sepultado por una capa de rocas de alrededor de mil
metros, buena parte bajo el mar. Esta extraordinaria formación geológica,
fundamental para la historia de nuestro planeta, ha permanecido misteriosa e
inaccesible hasta que un equipo de científicos llevó a cabo su primera
perforación subacuática la pasada primavera. La Expedición 364 del Programa
Internacional de Descubrimiento Oceánico recuperó una serie de rocas que han
permitido conocer cómo es ese lugar en realidad.
La
descripción del cráter aparece en la revista «Science». Las rocas
recuperadas han confirmado la hipótesis que se tenía hasta ahora de cómo se
forman los anillos de picos en cráteres como éste, provocados por impactos de
meteoritos gigantes. El estudio, coordinado por el Consorcio Europeo para la
Perforación de
Investigación Oceánica, explica
que los grandes impactos de asteroides, como el de la península de Yucatán,
moldean las superficies de los planetas mezclando materiales de la superficie
con rocas más profundas.
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